“Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.”
Uno de los propósitos principales de las historias del Antiguo Testamento era el de preparar el camino de salvación a través de Jesucristo. La historia de Rut es un cuadro profético del tiempo en que la salvación pasaría de la Ley al Pariente-Redentor, el Señor Jesucristo. La historia de Rut ilustra lo siguiente:
La Pobreza que Requiere de Redención
El Lugar de Redención
La Preparación para la Redención
El Precio de la Redención.
La historia progresa de la pobreza a la provisión, de tres funerales a un casamiento, de la muerte a la vida, y del dolor al gozo. Rut no solo fue aceptada por el pueblo judío, sino que fue la bisabuela de David, el rey más grande de Israel. Pero su mayor honor fue el de tener su nombre incluido en la genealogía de Jesucristo, el verdadero Pariente-Redentor.